Tonik Nibak era una mujer excepcional de Zinacantán que tenía una gran facilidad de palabra. Robert M. Laughlin la recuerda como la mejor narradora de cuentos que ha conocido. Tonik trabajó como sirvienta en San Crlstóbal desde los siete años y luego se hizo tejedora. Sus últimos años los dedicó a hacer la vida posible a sus yernos y a vender rosas de puerta en puerta en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
PRINCIPALES OBRAS: Como poeta oral, la mayoría de sus obras no fueron grabadas.